Quistes de Ovario

Los quistes son las tumoraciones más frecuentes que salen en los ovarios, estos pueden ser causa de dolor, irregularidades menstruales, alteraciones hormonales, acné, exceso de vellos e inclusive pueden estar relacionados con problemas que llevan entre otras cosas a obesidad en la mujer.

La cirugía no es necesaria en todos los casos de quistes, ya que algunos son causa de procesos alterados de la ovulación y el organismo puede reabsorber su contenido y terminan por desaparecer. El ginecólogo tiene que diferenciar de qué tipo de quiste presenta la paciente y si es posible que este desaparezca por si solo o con ayuda de medicamentos. Cuando el quiste es debido a una neoplasia (tumoración benigna o maligna), no existe otra posibilidad de tratamiento más que la cirugía. Entonces el médico realizará algunos estudios de laboratorio llamados “marcadores tumorales” y un estudio de “dopler color” que le permitirá con mucha exactitud (96%)  saber previo a la cirugía si se trata de un quiste benigno o maligno.

Hasta hace algunos años, los ginecólogos acostumbraban para tratar  cualquier tipo de quiste del ovario, extirpar el ovario completo a través de una amplia cicatriz en el abdomen (laparotomía con una gran incisión vertical hacia el ombligo).  Hoy en día  esto se debe realizar sólo en caso de tumores del ovario de tipo maligno (cáncer), afortunadamente  en la mujer joven, este es el caso menos común (posibilidad menor al 1%). Por lo tanto,  la gran mayoría de los casos son benignos y estos quistes  pueden ser tratados de preferencia a través de una laparoscopía, con pequeñísimas cicatrices, eliminando únicamente  la parte enferma del ovario y conservando el tejido sano, es decir que ya no es aceptable que solo por tener un quiste se extirpe el ovario. Esto es importante pues la mutilación puede poner en riesgo la posibilidad de reproducirse de la mujer, su estado hormonal e inclusive puede adelantar la menopausia.